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Los sirénidos -orden
SireniaIlliger (1811)- son unos extraordinarios animales perfectamente adaptados a la vida marina (desde hace unos
20 m. a.), tanto es así que son, junto a los cetáceos, los únicos mamíferos cuyo
ciclo de vida se completa exclusivamente en el agua. No necesitan salir de ella ni siquiera para parir. Además de esta característica única (compartida con los cetáceos), los sirénidos presentan otra exclusividad, el tipo de alimentación. Si bien es cierto que ocasionalmente, y por causas que parecen más bien accidentales, pueden ingerir pequeños peces o invertebrados (Keith Diagne 2014), los Manatís y dugones son
estrictamente herbívoros (Figura 1), cualidad única entre todos los mamíferos marinos (Reynolds y Odell, 1991).
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Figura 1: Manatí pastando, ilustración A. Narváez7CONANP. |
Debido a su gran tamaño y al reducido valor energético que aportan los restos vegetales, los sirénidos necesitan ingerir grandes cantidades de comida(entre 40-70 kilos/día) que consiguen pastando durante aproximadamente 8 horas. Esto determina a su vez la necesidad de un sistema digestivo amplio para asimilar todos estos nutrientes, manifestado en un ingente intestino de aproximadamente 20 veces la longitud total del animal y que en última instancia se ve reflejado en el aspecto externo del animal, bastante grande y pesado pero siempre de complexión cilíndrica, manteniendo la típica forma de torpedo hidrodinámica con el medio.
En relación a su modo de alimentación, los sirénidos presentan también otras adaptaciones al medio marino, como lo son la presencia de vibrisasen el morro que aumentan su capacidad sensitiva o aspectos relativos a la natación y al hidrodinamismo. Al igual que los cetáceos, los sirénidos no poseen extremidades posteriores, quedando solamente un vestigio pélvico no anclado a la columna como reminiscencia pasada y además presentan hiperfalangia en las extremidades anteriores, lo que confiere a sus manos ese típico aspecto de aletas que les facilita el desplazamiento. Por contra y debido a que no requieren una natación muy eficiente ni veloz, no presentan aleta dorsal, elemento de estabilidad en cetáceos.
También su conducta ramoneadora determina varios aspectos relativos a la flotabilidad, ya que normalmente necesitan hundirse a una profundidad media de entre 1-3m para alcanzar su alimento. Los sirénidos presentan en este sentido varias adaptaciones, como la paquiostosis, que consiste en el engrosamiento y endurecimiento de los huesos, de forma que se tornan más densos y pesados o la presencia de unos grandes pulmones que ocupan gran parte de su cavidad interna (Nowak, 2003). La primera adaptación les permite tener un cuerpo pesado más denso que el agua circundante, por lo que sin ningún esfuerzo el animal tenderá a hundirse, por contra regulando el aire dentro de sus pulmones y mediante la natación activa, pueden subir en la columna de agua y salir a la superficie, cosa que habitualmente hacen cada 5 minutos para respirar, pudiendo llegar hasta los 20min.
Todos los sirénidos actuales habitan en aguas tropicales o subtropicales poco profundas y cercanas a la costa donde abunda la vegetación acuática. El hecho de hallarse en aguas cálidas y constantes durante todo el año, determina que no presenten ninguna adaptación a la temperatura como podría ser la capa de grasa o blubber en los pinnípedos. Con una epidermis muy delgada, cuando el agua se enfría por debajo del umbral mínimo, que suele rondar los 20ºC dependiendo de la especie (Deutsch et al., 2008), estos animales deben migrar a aguas más cálidas, donde generalmente suelen agruparse en áreas de agregación a diferencia de su comportamiento solitario o por parejas habitual. La temperatura constituye un importante factor de mortalidad entre los sirénidos (Jefferson et al., 1993). La única adaptación a la temperatura se daba en la extinta vaca marina de Steller, habitante de aguas polares que presentaba una gruesa epidermis cercana a los 8cm de grosos que la aislaba del frío.
Especies
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Figura 2: Comparativa entre el Dugón y el Manatí antillano. Encyclopaedia Britannica, inc (2001). |
- Trichechus manatusL. (1758) – Manatí antillano o del caribe.
Especie americana (Figura 1), habita en el sur de EEUU y todo el mar caribellegando a hacer incursiones desde el la costa noratlántica de EEUU hasta la costa norte brasileña. De comportamiento más eurihalino (Ortiz et al., 1998), tolera ciertos cambios en la salinidad, pudiendo llegar a penetrar en estuarios, manglares e incluso ríos, aunque suele ser más habitual encontrarla en la costa. De complexión más robusta que el dugón, su talla media alcanza los 3 metros y su peso unos 500kg. Presenta además otras diferencias con respecto a su pariente asiático, como el grosor y la textura de la piel, más áspera en el manatí, la presencia de uñas en las extremidades anteriores o la forma de la cola, más redondeada/espatulada con una mayor superficie, característica que determina un desplazamiento más lento pero con mejor maniobrabilidad.
En cuanto a la alimentación, la dieta del manatí es muy generalista u oportunista, llegando a alimentarse de hasta 60 especies vegetales diferentes. En ocasiones se ha observado a manatíes alimentándose de restos vegetales flotantes como frutos u hojas de mangle o de otros árboles terrestres que caen al agua e incluso de las raíces de las fanerógamas marinas. Como consecuencia de su dieta más variada y más rica en fibra, los manatís presentan un gran desgaste dental, llegando a renovar la dentición hasta 30 veces a lo largo de su vida (Hartman, 1979).
Los manatís, junto al perezoso de Hoffmann, Choloepus hoffmanni, son los únicos mamíferos que presentan 6 vértebras cervicales y aunque aun se deben realizar más estudios para confirmarlo todo parece indicar que es una modificación como consecuencia de su lento metabolismo (Varela Las Heras, 2011).
La mayor amenaza para este animal, lo que ha propiciado su inclusión en la lista roja de especies amenazadas de la UICN como Vulnerable (VU) es el ser humano. Aproximadamente la mitad de muertes son causadas directa o indirectamente por el hombre, como colisiones con embarcaciones o la pérdida progresiva el hábitat, aunque también hay muertes asociadas a catástrofes naturales (Deutsch et al., 2008).
- Trichechus senegalensis Link (1795) – Manatí de África occidental.
Esta especie de manatí se encuentra distribuida a lo largo de casi toda la costa atlántica africana, colonizando una gran variedad de hábitats, desde bahías costeras de poca profundidad hasta estuarios salobres, ríos de diferente caudal e incluso grandes lagos y lagunas interiores. Prácticamente habita en todos los puntos de agua a los que puede acceder (Keith Diagne 2015).
El resto de su ecología es muy similar a la del manatí antillano con la única diferencia del tipo de alimentación, ya que al manatí africano se le considera una especie omnívora debido a que un 10% de su dieta se ha registrado que está compuesta por peces y moluscos (Keith Diagne 2014). Otra diferencia con respecto al manatí antillano son las causas por las que está incluido como Vulnerable (VU) en la lista roja de especies amenazadas de la UIC. A pesar de que en la totalidad de los países africanos en los que habita su caza está prohibida, la mayor negligencia en el cumplimiento de sus leyes hace que la caza furtiva sea la mayor amenaza, seguida de la pesca accidental.
- Hydrodamalis gigas Zimmermann (1780)- Vaca marina de Steller †
Poco se conoce de este gran sirénido que llegaba a medir más de 8 metros y pesar más de 4000 kg. La conocida como vaca marina de Steller (Figura 3), en honor a su descubridor el naturalista ruso George Steller, habitaba las aguas polares circundantes al mar de Beringy al igual que sus parientes actuales, pastaba macroalgas y fanerógamas marinas situadas a escasa profundidad (Domning et al., 2008)
Su extinciónse confirmó en el siglo XVIII, pocas décadas después de su descubrimiento debido a la sobrecaza que sufrió por los balleneros y mercantes del norte que encontraban en este dócil animal una presa fácil y que suministraba gran cantidad de carne. Además debido a las bajas temperaturas de los mares donde habitaba, y a diferencia del resto de sirénidos, la vaca marina de Steller presentaba una gruesa capa de pielde hasta 8 cm, muy apreciada para la confección de abrigos.
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Figura 3: Sello de las Islas del Comandante en el mar de Bering (Rusia). |
- Dugong dugonMüller (1776) – Dugón.
El dugón (Figura 4), el representante asiático de los sirénidos, habita casi la totalidad de las costas índicas (incluida la vertiente africana y australiana) y las pacíficas del continente asiático. Su tamaño es el más pequeño de entre los sirénidos, midiendo entorno a los 2'7m y pesando aproximadamente 250-300kg. Además en comparación con el manatí antillano, presenta la piel más lisa, carece de uñas en las extremidades anteriores y su cola es escotada o en forma de luna, lo que les posibilita una natación más ágil y veloz. También sus requerimientos en cuanto a la temperatura del agua son un poco menos exigentes que el manatí, pudiendo soportar temperaturas de 15-17º (Marsh y Sobtzick, 2015)
En cuanto a la alimentación, el dugón estrictamente se alimentan de las algaspresentes en los fondos marinos. Debido al aprovechamiento de este recurso con un menor porcentaje de fibra, los dugones carecen de molares y presentan un desgaste menor de la dentición. Además los machos presentan unos incisivos salientes, semejantes a los colmillos de los elefantes (con los que están más cercanamente emparentados), que les sirven para sus luchas sexuales. Por último a diferencia del manatí, el dugón exclusivamente habita aguas saladas.
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Figura 4: Dugón. Nicole Macdonald. University of Michigan (2014).
JMMP |
Referencias:
Deutsch, C. J., Self Sullivan, C. y Mignucci Giannoni, A. (2008). Trichechus manatus. The IUCN Red List of Threatened Species 2008. [Online] Disponible: http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2008.RLTS.T22103A9356917.en [Accedido 01/12/2015].
Domning, D., Anderson, P. K. y Turvey, S. (2008). Hydrodamalis gigas. The IUCN Red List of Threatened Species 2008. [Online] Disponible: http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2008.RLTS.T10303A3191997.en [Accedido 01/12/2015].
Hartman, D. S. (1979). Ecology and behavior of the manatee (Trichechus manatus) in Florida. The American Society of Mammalogists. viii, 153: 23.
Keith Diagne, L. W. (2014). Phylogenetics and feeding ecology of the African manatee (Trichechus senegalensis). PhD Thesis, University of Florida.
Keith Diagne, L. W. (2015). Trichechus senegalensis. The IUCN Red List of Threatened Species 2015. [Online] Disponible: http://www.iucnredlist.org/details/22104/0 [Accedido 01/12/2015].
Jefferson, T., Leatherwood, S. y Webber, M. (1993). Marine mammals of the World. Rome: United Nations Environment Programme.
Marsh, H. y Sobtzick, S. (2015). Dugong dugon. The IUCN Red List of Threatened Species 2015. [Online] Disponible: http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2015-4.RLTS.T6909A43792211.en [Accedido 01/12/2015].
Nowak, R. (2003). Walker’s Marine Mammals of the World. Baltimore: John Hopkins University Press.
Ortiz, R. M., Worthy, G. A. J. y MacKenzie, D. S. (1998). Osmoregualtion in wild and captive West Indian manatees (Trichechus manatus). Physiological Zoology 71(4): 449–457.
Reynolds, J. y Odell, D. (1991). Manatees and Dugongs. New York, NY: Facts on File Inc.
Varela Las Heras, I., Bakker, A. J., van der Mije, S. D., Metz, J. A. J., van Alphen, J. y Galis F. (2011). Breaking evolutionary and pleiotropic constraints in mammals: En sloths, manatees and homeotic mutations. EvoDevo, 2:11.