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¿Héroe o villano? ¿Plaga o herramienta de control biológico? ¿Es el picudo negro una nueva amenaza para la jardinería o un aliado en pos de erradicar especies exóticas invasoras que van en contra de nuestra biodiversidad vegetal?
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Infografía Picudo negro ¿Una nueva amenaza? Jose Marmaneu, Grubial. |
Desde que en el 2007 se detectara la primera aparición del picudo negro o del agave Scyphophorus acupunctatus Gyllenhaal (1838) en la provincia de Barcelona (Riba y Alonso-Zarazaga, 2007), una avalancha de nuevas citas en los últimos años está confirmando el acelerado progreso de expansión de esta especie de escarabajo en la península ibérica. Ya en el año 2009 se registró por primera vez en Murcia, para acto seguido penetrar en nuestra comunidad a través del Parque Natural de la Mata y Torrevieja (Alicante) en 2010. Con el tiempo su presencia ha ido aumentando detectándose recientemente en poblaciones tan distantes como Matalascañas (Sevilla) o Cullera (Valencia).
El hecho de que hayan aparecido citas en poblaciones tan aisladas, unido a la baja tasa de dispersión que presentan estos escarabajos, recordemos que son ápteros y por tanto no pueden volar, hace pensar que buena parte del éxito de su expansión esté condicionado por la acción directa del hombre al transportar los huéspedes vegetales ya infectados del picudo negro a otros lugares (Setliff y Anderson, 2011).
Si bien Barcelona fue la puerta de entrada para este insecto, el sureste peninsular parece que se ha convertido en el lugar ideal para su asentamiento y proliferación. Además de por las condiciones climáticas de la zona, tan similares a las de su región de origen, se le suma la gran cantidad de alimento disponible que encuentran, ya que muchas de sus plantas nutricias de origen ya se encuentran perfectamente aclimatadas y adaptadas por todo el levante español.
Filo:Arthropoda
Clase:Insecta
Orden:Coleoptera
Familia:Curculionidae
Especie:Scyphophorus acupunctatusGyllenhaal (1838)
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Picudo negro o del agave, Scyphophorus acupunctatus. Desinsectador (2014). |
Emparentado con el archiconocido picudo rojo, Rhynchophorus ferrugineusOlivier (1790), que aun hoy sigue poniendo en jaque a las palmeras de todo el mundo, este nuevo escarabajo poco tiene que ver con su pariente africano. Ademas de por su color negro, su tamaño ligeramente inferior (en torno a los 2'5 cm) y la ausencia de alas, este nuevo tipo de picudo se diferencia del rojo por el tipo de planta a la que parasita. Mientras el picudo rojo, que procede de África, ataca exclusivamente a las palmeras, el picudo negro o del agave, de América central, basa su dieta en especies vegetales muy diferentes como las piteras o agaves (Agave sp.), los aloes, como la conocidísima Aloe vera, las yucas (Yucca sp.), los dragos (Draco sp.) e incluso algunas especies de cactus, como el Pachycereus pringlei (Maya et al., 2011).
Las hembras del picudo negro al detectar alguna planta de este tipo depositan en su interior entre 300 y 500 huevos que al eclosionar se alimentarán de la planta hasta causarle la muerte. Además, por si fuera poco, los huevos son portadores de una bacteria Erwina carotovora, que ayuda a la descomposición de la planta facilitando así la digestión por parte de las larvas.
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Pitera muerta por el ataque del Picudo negro. El País (2011). |
El problema radica en que muchas de esas plantas a las que el picudo negro ataca y acaba por matar, tienen en nuestra zona un importante valor económico por su empleo como plantas ornamentales en jardinería. Es por este motivo, por el que el picudo negro es considerado como una plaga y por tanto un enemigo al que combatir. Sin embargo, como casi siempre suele ocurrir, existe una cara opuesta de la moneda y en la que en este caso, el villano se convierte en héroe.
Muchas de las plantas a las que el picudo negro parasita, la mayoría de ellas consideradas especies exóticas invasoras (EEI) en nuestra zona, se encuentran ampliamente naturalizadas por los montes, barrancos, caminos y cercanías de jardines de nuestra comunidad, y aunque hoy en día especies como Agave americana L., Aloe arborescensMill. o Yucca aloifolia L., ya están incluidas y reguladas por el Decreto 213/2009, de 20 de noviembre, del Consell, por el que se aprueban medidas para el control de especies exóticas invasoras en la Comunitat Valenciana, muchas otras, igual de peligrosas para nuestra flora, siguen siendo objeto de uso por parte de la jardinería.
La facilidad de su manejo, gran resistencia y alto grado de adaptavilidad a nuestro clima hace de dichas especies las idóneas para ornamentar jardines o lugares verdes donde el recurso hídrico escasea, pero lo que no se suele tener en cuenta es el grave perjuicio que representan para nuestra propia biodiversidad. Las especies exóticas invasoras (EEI) compiten directamente con las especies autóctonas por los recursos además de alterar gravemente los ecosistemas e incluso en muchas ocasiones, incluyen en nuestras fronteras enfermedades o parásitosa los que la flora local no está acostumbrada.
Y este precisamente parece ser el origen del picudo negro. En un ejemplo de alta especialización, este escarabajo penetró en nuestro país siguiendo la estela de su alimento natural, pero lo que en un principio puede ser algo inocuo para nuestra biodiversidad, incluso favorable si elimina estas especies del entorno, puede convertirse en un futuro, si el picudo negro busca o encuentra nuevos huéspedes, en un grave problema medioambiental.
JMMP
Referencia:
Molina, D. (2013). Contribución al conocimiento de la distribución actual de la especie invasora Scyphophorus acupunctatus Gyllenhal, 1838 (Coleoptera: Dryophthoridae) en la Península Ibérica.. Revista gaditana de Entomología, volumen IV núm. 1 (2013): 11-16.